La Conferencia Internacional de Energías Renovables (SPIREC) se celebró este año en Madrid (España) entre el 20 y el 23 de febrero, organizada por el gobierno de España y REN21, institución que es la referencia mundial en relación a las energías renovables.

SPIREC se realizó en un contexto muy particular. El mundo se encuentra en medio de una crisis energética sin precedentes, donde la seguridad de acceso a la energía y el costo al que se accede a la misma generan una creciente preocupación, con fuerte impacto sobre la economía de la mayoría de países. Esta situación resulta especialmente problemática en un contexto en el que los compromisos contraídos en relación con el cambio climático y la transición energética no avanzan al ritmo necesario.

La conferencia fue abierta por el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sanchez, y contó con la participacion de 60 representantes de alto nivel: Ministros de gobiernos, gerentes de las principales empresas energéticas mundiales, organismos de Naciones Unidas, bancos multilaterales y privados, así como expertos y voces destacadas del sector de las energías renovables. Los representantes debatieron, ante un público numeroso, el rol que las energías renovables y la transición energética pueden tener en esta especial coyuntura.

En SPIREC, el proceso uruguayo fue especialmente considerado como un caso de éxito a tomar como ejemplo. El Dr. Ramón Méndez fue el único latinoamericano en ser invitado a exponer en las sesiones plenarias de SPIREC, participando también en otras mesas redondas. En estas instancias, mostró las ventajas de contar con un sistema eléctrico casi 100% renovable como el uruguayo: depender exclusivamente de energéticos propios en vez de tener que importar los insumos para generar la electricidad; tener previsibilidad en los costos de la energía al haberse independizado de las fluctuaciones de los precios de los commodities energéticos; haber reducido los costos de generación dado que hoy en día la energías renovables resultan las más baratas. Como se señaló en la conferencia, gracias a su transición energética, la economía uruguaya no sufrió el impacto de la guerra como la mayoría de países del mundo.

Asimismo, en SPIREC se destacó el hecho de que la transición energética uruguaya generó 50.000 puestos de trabajo y que el proceso tuviera un derrame de más de 2000 millones de dólares sobre la economía local.

Consultado por su aporte a la transición energética en otros países de la región, Méndez destacó un trabajo realizado recientemente por la Asociación Ivy para la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) en el que se identificaron las barreras para la introducción de energías renovables en América Latina y se elaboró una guía para apoyar a los países de la región a construir su propia hoja de ruta para una transición energética justa.